viernes, 30 de julio de 2010

Otra vez lágrimas

¡Amiga! Pero qué bueno es saber de ti. No sabes lo que me alegra hablarte, estos días han sido una locura y pensé buscarte pero no sabía si ibas a estar en tu casa. Sí, qué bien. Bueno, empecemos con lo liviano: Renata, está preciosa, grandísima…La verdad es que no paso tanto tiempo con ella ya, entre esto y aquello apenas nos vemos unos minutos al día pero no creas que he dejado de canturrearle y hablarle de cada cosa. Las otras, bueno, ya sabes cómo son Susette y Rubí, y las demás están bien. Sí, siempre les comento de ti aunque sea un poco. ¿Y tú…? Eso suena bien, me alegro mucho. Pues he estado ajetreada con las clases, y haciendo un par de cosas aquí y allá. Sí, en las noches duermo lo de siempre. Se me ha ocurrido ir a ver una película de sueños en estos días y para variar apenas descansé entre pesadilla y sobresalto. Sí, yo lo sé… Ay Luna es que no llega, no llega. La inspiración se me escapa entre suspiro y parpadeo y apenas logro organizar algo que me termine de gustar y las ideas están revoloteando de nuevo en la cabeza de aquí allá sin que nada parezca tener sentido. ¡Es que hay tanto ruido en mi silencio! No sabes la de cosas que vienen y van a mi cabeza, a mi mente, que dan golpes, se estrellan, vagan, quieren salir… Y sí, sigo caminando, ando y desando el camino en las mañanas y las noches, me compré mi quinto par de gafas en el verano y no, no dejo de intentarlo. Tú mejor que nadie lo sabes y no sé porqué me lo preguntas. Cada mañana me levanto y me paro en el mismo sitio, miro abajo del balcón, veo el mismo camino de todos los días, suspiro, me tomo el café, río y lo pido, pero es que no llega y no sé qué más hacer, lo lamento. Pero ahora dime tú, ¿es que acaso te va mejor? Lo imaginaba…sí, te entiendo…Perfecto, claro, deberíamos vernos…me haces falta, a lo mejor y hasta me llega algo jeje… Bien, cuídate también…
Y cerré las puertas de cristal y me fui a la cama a pasar otra noche sin sueño…

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